La flor de sal es el nombre que se le da a los primeros cristales de sal que se forman y permanecen en la superficie de las salinas; las cuales pueden ser recolectados en tanques de arcilla poco profundos y anchos. Esta operación manual retira sólo una fina película de cristales de sal que se forman en la superficie del agua, los cuales nunca llegan a tocar el fondo.  

La flor de sal es rica en minerales que son necesarios para la salud, confiriéndole ventajas sobre la sal refinada, siendo una fuente natural de hierro, zinc, magnesio, yodo, flúor, sodio, calcio, potasio y cobre; puesto que no sufre ningún procesamiento ni refinación luego de su recolecta en el mar. 

En el mundo culinario se suele utilizar en los emplatados de pescados, carnes, verduras y ensalada, para evitar que se funda con los jugos que sueltan el resto de los elementos del platillo, aunque también se recomienda utilizarla durante la preparación, para intensificar el sabor de las recetas

Los comensales, de igual modo, la prefieren no sólo por su sabor, sino por todos los beneficios que ésta aporta a la salud.

Rica en minerales. Hierro, potasio y calcio, son sólo algunos de los 84 minerales y oligoelementos que encontramos en este producto.

Este tipo de sal, conocida como la “sal de la vida” o la “crema de la sal”, se obtiene de forma artesanal y natural.  Se obtiene en los mismos estanques en donde se cosecha la sal de mar, que se deposita en el fondo de las eras, mientras que la flor de sal se obtiene de una capa que flota en la superficie.